En mi reciente viaje por el Sudeste Asiático he tenido la oportunidad de volar en la clase Business de la compañía Qatar Airways, gracias a un upgrade en el billete que había comprado para hacer Barcelona-Bangkok con escala en Doha. Los vuelos fueron en el A-330 y en el A-380 para el tramo Bangkok-Doha.
La mayor rapidez a la hora de facturar y de pasar los controles de seguridad es sólo el principio de las comodidades que ofrece un billete de esta clase. Luego siguen el embarque preferente, el espacio entre asientos y la amplitud de los mismos, la variedad de movimientos y posiciones que adopta la butaca, el hecho de que ésta se ponga en posición casi horizontal, el tamaño de la pantalla individual, la calidad de la oferta gastronómica, la atención por parte del personal, los productos incluidos en el neceser, que van desde la máscara para dormir y los calcetines hasta cremas hidratantes y after shave de grandes firmas de la cosmética, de Armani en este caso; e incluso, en el caso del vuelo que hice entre Doha y Bangkok, te entregan un pijama para que descanses de manera más confortable.
Uno de los grandes privilegios de tener un pasaje en clase Business es el de poder utilizar la sala VIP o Lounge de los aeropuertos. Si bien en este vuelo no tuve la oportunidad de entrar en la sala, en un anterior vuelo que hice a Maldivas con Qatar Airways sí pasé algunas horas en el Lounge. No sólo eso, sino que también hice una rápida visita a la sala reservada a los pasajeros de First Class. Cuando aterricé en Doha había un coche esperando en la escalerilla del avión para llevarme hasta la entrada de la Premium Terminal, el módulo para pasajeros de clase Business. Nada más llegar, las primeras ventajas: servicio de botones para que se encargue del equipaje, un espacio para compras exclusivo sin colas en las cajas y una bebida de bienvenida.
También han pensado en los pasajeros más jóvenes, con un sala de juegos infantiles para los de menor edad y otra con varias PS3 con los juegos más actuales. Una buena manera de conciliar las ganas de descansar de los padres con las permanentes ganas de divertirse de los niños. La sala destinada a los pasajeros de clase Business es muy amplia, con diferentes espacios para satisfacer las necesidades de cualquier pasajero. A todas horas, en todas partes, tienes opción de comer alguna cosa, desde algo para picar hasta una opípara cena en el bufé. También hay opciones para los amantes del sushi, de los cócteles o, como es mi caso, de los postres. Imposible quedarse con uno solo.
A todas las ventajas de la sala Business, los pasajeros de First Class añaden un spa con tratamientos, jacuzzi y habitaciones privadas con cama para dormir un rato mientras sale el vuelo.
Para más información visita la página web de Qatar Airways.
Para los que nos apasiona viajar, el simple hecho de transportarnos de un lugar a otro ya es toda una aventura. Pero, obviamente, cuanto mejores son las condiciones del viaje, más se disfruta de éste.
Algún día tendremos que probar a volar en Business… 😉
Hola, una pregunta, el pijama y las zapatillas o calcetines que te dan te los puedes quedar o se devuelven?
por cierto mer ha encantado tu entrada!! ^^