Es el camino de peregrinación a Santiago menos transitado. Más naturaleza y menos piedra, más fauna autóctona y menos peregrinos, más paisanaje que negocios, más uno mismo y menos carreras por llegar al albergue. Te damos unas cuantas razones para que tu próximo peregrinaje empiece por Asturias.
Visitar al señor
En Asturias somos así, le decimos a todos los peregrinos que hacen el camino equivocado que quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado pero no al señor. Así que si se quiere ser un peregrino de verdad, hay que darse una vuelta por Oviedo durante el peregrinaje. Como mínimo para entrar en la Cámara Santa, una de las joyas del prerrománico. Otro cantar será comulgar con las ruedas de molino de las reliquias. Con media Europa llena de reliquias varias, como dedos, sudarios, cruces y hasta prepucios, cuesta imaginar el tamaño de semejante puzle si juntáramos todas las piezas que pasan por reales. Las cruces sí son de verdad y de la buena, la de la Victoria y la de los Ángeles, símbolos de Asturias y de Oviedo respectivamente.
Sobredosis de verde
Verde, verde y verde. Verde con avaricia. El Camino Primitivo es el que tiene un mayor contacto con el medio natural de todos los caminos de peregrinación a Santiago. Durante toda la ruta se van cruzando verdes y profundos valles, se camina junto a ríos como el Narcea –donde le ataban los salmones a Franco–, entre frescos bosques de ribera con sus alisos, fresnos, chopos y avellanos; se cruzan espesos bosques de castaño, roble y haya, con piedras cubiertas de un manto de musgo y senderos alfombrados de hoja seca, bosques donde aparecen las xanas, el cuélebre y toda clase de duendecillos de la mitología del norte peninsular.
Más animales que peregrinos
Vas a encontrar más vacas y caballos que peregrinos. Cuando estuve caminando por el Camino Primitivo en Asturias no me crucé con ningún peregrino hasta el tercer día. En temporada alta, cuando peregrinar por el Camino Francés puede ser una experiencia parecida a hacerlo por la AP-7 en su tramo desde Barcelona a Comarruga, se agradece el que tengas la oportunidad de caminar en soledad, de disfrutar de los paisajes sin aburridas conversaciones sobre fichajes, políticos o sobre las ampollas del camino, que haberlas haylas.
Paisanaje
Si el paisaje es importante, la gente que te vas encontrando por el camino aún lo es más. Cruzamos tierra de gente sencilla, entrañable, siempre dispuesta a ayudar y orientar al peregrino o, simplemente, a darle unos minutos de conversación. Como Rosario, que te cuenta que el motor ya no tira pero que sigue queriendo echar una mano con las vacas. Como Loño, que recibe al peregrino con un gran “Hola” tallado en el seto de la entrada de su casa. Como la gente que sirve detrás del mostrador de alguno de los bares-tienda, revitalizados últimamente por el paso de los peregrinos. Como El último de Filipinas, al que encontraréis en su casa a la salida de Tineo.
Patrimonio que necesita nuestra ayuda
Oviedo sí puede presumir de un patrimonio espectacular y bien conservado, pero en las localidades del Camino Primitivo no encontraremos las cuidadas iglesias y monasterios del Camino Francés. Aunque haya algunas joyas escondidas, como el mausoleo del inquisidor Valdés-Salas en Salas o el museo de Arte Sacro de Tineo, lo cierto es que una buena parte del patrimonio ha perdido su esplendor, ha traspasado la barrera en que la decadencia deja de ser bella y necesita urgente una reparación. Los dos ejemplos más notables son la colegiata de San Salvador en Cornellana y el monasterio de Obona. El aumento del paso de peregrinos, de buen seguro, traería los fondos necesarios para que vuelvan a brillar como les corresponde.
Museo Etnográfico de Grandas de Salime
Una de las sorpresas más agradables del camino, un museo dedicado a la vida tradicional en el medio rural del occidente de Asturias. Allí podemos asistir a talleres que nos muestran, entre otras cosas, cómo funcionaba una fragua o cómo se fabricaban un par de madreñas, el calzado tradicional hecho con madera que todavía utilizan algunas personas en el campo. También están representadas estancias y negocios tradicionales, como los hórreos y paneras que salpican el paisaje asturiano (nos encontraremos con muchos durante nuestra peregrinación), un molino de harina, la barbería, una tienda de ultramarinos, la sastrería, el bar. La entrada cuesta tan solo 1,50 euros y puedes encontrar más información en la web del museo.
El sustento del peregrino
Cuando los kilómetros pesan y llega la hora de comer, te darás cuenta de la suerte que tienes al estar caminando por Asturias, uno de los lugares de España donde más y mejor se come. La gente que iba siguiendo mi ruta de peregrinación, a través de las redes sociales, me dejaba mensajes con recomendaciones gastronómicas en función de donde iba a terminar la etapa. Eran sencillas casas de comida elevadas a templos, a falta de los religiosos, con parada obligatoria en el camino. Casa Florinda, en Puerma, sirve una de las mejores fabadas de Asturias. Hay que desviarse un poco del camino, algunos metros, pero merece la pena para llegar a Grado en plena forma tras haber repuesto fuerzas con el menú del jueves, consistente en fabada, huevos de segundo y arroz con leche. En Salas tenemos a Casa Pachón, con un menú pantagruélico por 9 euros; Casa Emburria en Tineo, la Nueva Allandesa y su magistral pote en Pola de Allande y Arreigada en Grandas de Salime, con menús del tipo cocido y cachopo. Y si empezamos a hablar de dulces no acabamos, pero no te puedes ir del camino sin probar el tocinillo de cielo en Grado o los Carajitos del profesor en Salas.
El descanso del peregrino
No hay tantos albergues como en otras rutas, pero al no haber masificación en ningún momento del año, no resulta complicado encontrar plaza. Pero yo opté por dos iniciativas que me parecieron muy interesantes. Por un lado, la de dormir en Casonas Asturianas, y por el otro, en alguno de los establecimientos de Peregrinos por Asturias.
Así fui a parar al hotel Palacio de Fernández-Heres: buena cama donde dormir tapado las noches de julio, mejores vistas y gastronomía suprema. La ensalada del primer plato hacía media hora que estaba en la huerta, una cecina enviada a secar a León, que son mejores aquellos aires; un queso afuega’l pitu que desprendía el cariño de su productor y un solomillo de ternera autóctono al que no le hacía falta ninguna salsa.
En cuanto a la iniciativa Peregrinos por Asturias, se trata de un grupo de establecimientos que han aunado esfuerzos para dar un mejor servicio al peregrino. Tienen presencia en el Primitivo y en el del Norte, destacándose por servicios como bolsa de picnic, custodia del equipaje, lavandería urgente, masajista, bebidas isotónicas y barritas energéticas como cortesía de bienvenida, traslados al aeropuerto, lugares acondicionados para dejar la bicicleta. En función del alojamiento, hay servicios que son gratuitos y otros de pago.
Muy interesante el artículo y una maravilla el #CaminoPrimitivo.
Un saludo desde #Tineo!
Muchas gracias a vosotros por vuestra acogida.
Desde Asturias, Gracias, muchas gracias x tus comentarios y aquí estamos para cuando quieras volver.
Muchas gracias, Valdolayes.
Yo parto por Camino Primitivo lunedì 9.Septembre, es mucho seguro partire da sola? Muchas grazias
Hola Grazia, es totalmente seguro partir sola para el Camino Primitivo. Está muy bien señalizado, sin posibilidad de pérdida. Mucha suerte y buen camino 🙂