Ya hace casi veinte años que trabajo como fotógrafo especializado en reportajes de viajes. En todo este tiempo, no son pocas las ocasiones en que me han preguntado por el equipo más adecuado para hacer este tipo de fotografía. Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de probar la nueva Fujifilm X-E3 y la conclusión a la que he llegado, tras unos días fotografiando con ella, ha sido la siguiente: siempre se puede viajar —y trabajar— más ligero con óptimos resultados.
En todo este tiempo ha habido varios momentos en los que he cargado con demasiado equipo. Como siempre he sido un fotógrafo obsesionado con la comodidad en la calle, la respuesta a ese “exceso de equipaje” ha sido la de intentar ir reduciendo equipo hasta conseguir resolver el mayor número de situaciones con el menor peso posible. Cuando estoy de viaje, las jornadas de trabajo se prolongan hasta doce y catorce horas, si no más, así que se hace imprescindible que el equipo no se convierta en una carga que me impida concentrarme en lo verdaderamente importante.
En los últimos años he estado trabajando con cámaras Fujifilm, primero con la X-T1 y recientemente con la X-T2, y creo que esta nueva cámara viene a llenar un hueco en mi equipo, con un cuerpo aún más compacto pero sin renunciar a muchas de las prestaciones que me da la X-T2. Me gusta trabajar muy cerca de la gente, siguiendo siempre la famosa frase de Robert Capa: si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente. Para cumplir esa máxima se hace necesario un cierto grado de empatía y una actitud tranquila, a lo que sin duda contribuye una cámara tan discreta como la X-E3, de tamaño reducido, con ausencia de sonido cuando aprietas el disparador en el modo de obturador electrónico y poco perceptible en el modo mecánico. La X-E3 es una cámara aún más ligera y discreta, factores que tienen mayor importancia para mí y que antepongo, si es necesario, a la técnica: el disparo en ráfaga o un elevado número de megapíxeles nunca han sido factores que me hagan decantar por un modelo o marca de cámara a la hora de escoger mi equipo. Pero es que además no he notado grandes diferencias entre la X-T2 y la X-E3 en el apartado técnico ni en la calidad de los archivos. A falta de poder revelar los Raw cuando Lightroom incluya el soporte a este modelo, las fotos que publico son Jpeg directos de cámara con mínimos ajustes.
Uno de los temas en que llevo trabajando algún tiempo es sobre los novicios budistas en el Sudeste Asiático. Cuando te mueves por el interior de los templos, especialmente durante el tiempo de oración, siempre tienes la impresión de que nunca eres lo suficientemente discreto. Pero desde luego ayuda mucho moverse con equipos de estas características antes que con cámaras y ópticas más voluminosas.
He comprobado que hay una mejora importante en el sistema de enfoque, nuevas funcionalidades en la pantalla táctil y la incorporación del joystick que ya tenían otras cámaras de la serie X. La sensación con la X-E3 es la de tener en las manos una cámara parecida a la X100, pero con la posibilidad de intercambiar ópticas. En un reportaje de viajes tienes que resolver desde un paisaje hasta un retrato o una fotografía de arquitectura, entre otros tipos. Me gustan más las ópticas fijas que los zoom, y en el catálogo de ópticas X encuentro una amplia gama. Las que mejor encajan para la X-E3 son las f2 y las f2.8, donde encontramos desde un gran angular hasta un tele medio.
A la hora de disparar, la cámara está lista con mucha rapidez nada más ponerla en modo ON y el blackout entre disparos es casi imperceptible. La respuesta a valores ISO altos ha sido muy positiva, no suelo disparar casi nunca por encima de 3200 o, de manera excepcional, 6400, y hasta esos valores el nivel de ruido es razonable.
La calidad de los vídeos en 4K me ha sorprendido gratamente, con un buen seguimiento de enfoque (modo AF-C), aunque echo de menos una salida para auriculares de cara a monitorizar el audio. La cámara sí dispone de conexión de entrada para micrófono.
En cuanto al uso en mi trabajo diario, veo la X-E3 como una excelente opción como segundo cuerpo e incluso como primera opción en lugares en los que necesite un plus de discreción. Es una cámara que haces “tuya” muy rápido, con fácil acceso a las funciones que más utilizo, algo muy sencillo en la X-E3 al poder programarlas en los botones más accesibles y en la pantalla táctil, mediante el desplazamiento hacia los lados y hacia arriba y abajo. En este vídeo podéis ver el resultado de algunas de estas primeras impresiones.
Hola Rafa, Gracias por el articulo, breve pero una buena carta de presentación de está pequeña “Gran” cámara de la que soy un satisfecho poseedor.
Si no te importa, me gustaría que me dijeras cual es la Marca y modelo de la Bolsa que llevas en el video.
Gracias y un saludo.
Muchas gracias, Francisco. La bolsa es una Lowepro, no recuerdo el modelo. La marca tiene varios modelos de pequeño tamaño muy aptos para cámaras como la X-E3, un par de ópticas y baterías.
Saludos.