En un remoto pueblo de la región de Sham, en Ladakh, vive Nilza Dolma. Aquí pasa cerca de ocho meses sola. Su marido es militar y sus hijos han emprendido sus vidas lejos de donde pasaron su niñez. Afortunadamente, Nilza forma parte desde hace unos años del proyecto Himalayan Homestays iniciado por la ONG Snow Leopard Conservancy-India Trust con 116 hogares —ahora son más de 150— de 27 aldeas. En la mayoría de los casos se ha priorizado la inclusión de familias con pocos recursos de las áreas del Parque Nacional de Hemis, Sham y Zanskar, todas ellas zonas donde el leopardo de las nieves o shan —como es conocido en Ladakh— entra en conflicto con la población local.
El beneficio conservacionista más relevante de la iniciativa Himalayan Homestays consiste en que el turismo genera unos ingresos que compensan las posibles pérdidas por ataques de leopardos de las nieves y lobos a rebaños de ovejas, cabras y yaks. De este modo las comunidades locales entienden que la fauna salvaje puede ser un generador de recursos del presente y evidentemente del futuro. Es importante destacar que en algunos casos concretos los ingresos anuales generados por el programa superan los que provienen de actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería.
Pero los aspectos positivos del programa son muchos más: la región de Ladakh recibe en los meses estivales una masiva afluencia de visitantes dispuestos a recorrer sus montañas. Estos trekkers utilizan caballos para transportar equipo y comida que consumen la poca hierba disponible para los ungulados salvajes, además de generar basura en las zonas de acampada. Gracias al programa Himalayan Homestays es posible recorrer algunos de los treks más populares sin dejar rastro en la montaña y reducir así el impacto sobre los escasos pastos disponibles. Por último, el visitante extranjero tiene la posibilidad de hospedarse en una casa tradicional ladakhi por un módico precio y disfrutar de la cultura, hospitalidad y gastronomía locales.
Si decidís visitar las montañas de Ladakh de un modo responsable no dejéis pasar la oportunidad de hacerlo mediante el programa de Himalayan Homestays. Yo lo he hecho y he pasado ocho días en casa de Nilza Dolma bebiendo solja (té) y saboreando platos tradicionales como la tukpa (sopa a base de fideos de trigo) o los omnipresentes momos, una especie de empanadillas o dumplings cocidos al vapor en un recipiente especial.
Podéis obtener más información del programa en la web de Himalayan Homestays
La mejor forma de llegar a Ladakh es entrando a India por Delhi. FINNAIR vuela a Delhi, vía Helsinki, 3 días a la semana (martes, jueves y sábado para los vuelos de ida y miércoles, viernes y domingo para los de vuelta). En la escala de Helsinki se puede disfrutar de uno de los mejores aeropuertos de Europa, que ofrece wifi ilimitado y gratuito así como estaciones de carga para nuestros dispositivos electrónicos. Los vuelos se operan con aviones Airbus A330.
En cuanto a precios, ahora mismo encontramos vuelos por 539 euros en clase turista y 1299 euros en business para salidas desde Barcelona, Madrid o Málaga.
Para condiciones, más información y reservas, puedes consultar la página de Finnair.
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