Muchos de los grandes paisajes de Asia se encuentran en el Himalaya. Desde el terai, el cinturón de jungla pantanosa que se extiende al sur de la cordillera, hasta las cimas de nieves perpetuas, se suceden progresivamente todo tipo de hábitats. La vertiente sur, la más frondosa, es empapada puntualmente —o así era antes de los efectos del cambio climático— por el monzón. Los vientos cargados de humedad procedentes del Índico topan con las montañas, ascienden, se enfrían y descargan las lluvias monzónicas.
Esta precipitación abundante, en ocasiones violenta, produce un escalonamiento progresivo de ecosistemas y una biodiversidad extraordinaria. Los cambios se hacen evidentes cuando se va ascendiendo desde el límite de la llanura indogangética en dirección norte, hacia las cumbres nevadas de las áreas más elevadas de la cordillera. En el estado indio de Uttarakhand podemos apreciar una buena parte de esta diversidad de ecosistemas visitando tan solo dos de sus espacios naturales: el parque nacional Jim Corbett y los alrededores de la remota aldea de Pangot.
Parque Nacional Jim Corbett
Este parque nacional fue el primero que se declaró en India, en el año 1936. Algo más de veinte años después, en 1957, tomó el nombre del legendario cazador convertido en conservacionista Jim Corbett. Este inglés, conocido por cazar los tigres y leopardos más peligrosos de la región de Kumaon, fue también un ávido observador de la naturaleza. En Man-eaters of Kumaon, su libro más conocido, narra sus rastreos y cacerías, además de aportar interesantes datos de la fauna, la flora y los habitantes de esta región del Himalaya indio.
Con una extensión de 52.000 hectáreas, el parque nacional Corbett forma parte de una reserva mucho mayor, la Corbett Tiger Reserve. En esta reserva iniciaron, en 1973, el Proyecto Tigre, una iniciativa conservacionista para garantizar la supervivencia del tigre en India. Actualmente, el proyecto cuenta con cincuenta reservas distribuidas en dieciocho estados.



El paisaje de Corbett está formado, en gran parte, por bosques de sal (Shorea robusta) y praderas o chaurs, el nombre local que reciben las zonas abiertas que antaño se usaban para cultivar. Estas áreas poseen una excepcional abundancia de fauna. Además del ya citado tigre —se contabilizaron más de doscientos ejemplares en 2010—, elefantes, leopardos, civetas, ciervos de varias especies, macacos y langures, frecuentan estos espacios en sus rutinas diarias. Aunque, a pesar de su relativa abundancia, muchos de estos animales no resultan fáciles de ver.
Corbett cuenta también con más de quinientas especies de aves, por lo que es un lugar frecuentado por observadores de todo el mundo. Por razones de seguridad todas las visitas se realizan en los vehículos oficiales del parque y siempre con un guía que conoce bien el terreno y que está al corriente de las últimas observaciones.
Pangot
Pangot es una pequeña aldea rodeada de frondosos bosques de robles y rododendros. Las colinas circundantes son el hogar de muchas aves, entre ellas algunos esquivos faisanes que aquí encuentran refugio. Es por ello que muchos observadores de aves incluyen Pangot en sus itinerarios ornitológicos por el norte del país. Recorrer sus bosques y escuchar los melodiosos reclamos de zorzales, papamoscas, arrendajos y pájaros carpinteros, es encantador para cualquiera, incluso para aquellos que no tienen una especial pasión por la ornitología.
En busca del goral del Himalaya
Con un poco de paciencia y suerte, aquí es posible observar uno de los ungulados más misteriosos de estas montañas, el goral del Himalaya (Nemorhaedus goral). De tupido pelaje marrón, el goral posee un característico parche blanco en la parte superior de la garganta y ambos sexos tienen pequeños cuernos curvados hacia atrás y de escasa longitud.
Tiene predilección por laderas boscosas donde la vegetación es densa y proliferan arbustos y árboles espinosos, habitualmente cerca de acantilados escarpados y terrenos rocosos con fuerte pendiente donde se le puede observar alimentándose. Si se ve amenazado se esconde en la espesura del bosque o en grietas rocosas, buscando refugio bajo voladizos rocosos.




Como sucede con muchas otras especies del Himalaya la caza ilegal de subsistencia y la destrucción y fragmentación de su hábitat son las amenazas más importantes a las que se enfrentan estos animales catalogados como “Casi Amenazados” en la Lista Roja de la UICN. Lo más probable es que solo vislumbremos una sombra que se esconde entre los peñascos al anochecer o al alba, como si de un espíritu montaraz se tratase, pero con algo de fortuna y persistencia quizá tengamos un fugaz encuentro con este tímido animal. Si es así, será uno de los mejores regalos que nos ofrecerán estas montañas.
La mejor opción para alojarse en Pangot es el Jungle LoreBirding Lodge. Este genuino establecimiento rodeado de naturaleza es gestionado por expertos naturalistas con años de experiencia en la observación de fauna. Además, la comida es excelente.
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