Novelda es la ciudad modernista de la provincia de Alicante. Conserva alguno de los mejores ejemplos de esta arquitectura en la Comunidad Valenciana. Los inicios del modernismo en este punto de la comarca del Medio Vinalopó hay que buscarlos a finales del siglo XIX, con su posterior desarrollo y expansión a principios del siglo XX. La producción de vino, de azafrán y el auge de la industria del mármol, propiciaron el florecimiento de la clase burguesa. En una época en que la revolución industrial se notaba con fuerza en toda Europa, las familias burguesas adoptaron el modernismo como fruto de su voluntad de progreso y para estar rodeados de formas estéticas que los situaran a la vanguardia y, cómo no, los distinguiera socialmente.



Los edificios más notables los encontramos alrededor de la plaza España, hacia el norte por la calle Mayor y hacia el suroeste por la calle Emilio Castela, aunque también encontramos construcciones modernistas en las calles Francisco Santo y Maestro Segura, entre otras.
Hay señalizadas dos rutas que recorren los mejores ejemplos de este estilo arquitectónico. Seguir estas rutas nos permitirá hacer una valoración conjunta, la forma correcta para concluir la importancia que tuvo el modernismo en Novelda. Porque, excepto en el caso de un par de edificios, no podemos esperar de los demás la riqueza ornamental y esplendor de los edificios gaudinianos de Barcelona, inevitable referente cuando pensamos en modernismo. Son los detalles del forjado en una casa, las ménsulas en otra o los relieves y los azulejos cerámicos en otra más lo que llamará nuestra atención.




Las tres construcciones más destacadas son el Centro Cultural Gómez-Tortosa, el Casal del Fester y la Casa Museo Modernista.
Aunque el edificio del Centro Cultural Gómez-Tortosa es un poco anterior a la fiebre modernista, cuando Antonia Mira lo adquirió ordenó una completa reforma en el estilo dominante de aquellos años. En la actualidad, el edificio es de titularidad pública y alberga, entre otras dependencias municipales, la oficina de turismo.
El Casal del Fester, del arquitecto José Sala Sala, fue caja de ahorros y hogar del jubilado antes de ser cedido, en el año 2008, a la Asociación de Comparsas de Moros y Cristianos Santa María Magdalena. En su fachada, de vivos colores, destacan los amorcillos que sujetan piezas con significados heráldicos.
Pero sin duda, el edificio más grande y notable de la ruta es la Casa Museo Modernista, del arquitecto Pedro Cerdán Martínez. Su propietaria fue Antonia Navarro, conocida como la “Pichocha”. Inauguró la casa durante la boda de una de sus hijas, en 1905. Durante la Guerra Civil, los mandos del ejército italiano le echaron el ojo y fijaron su residencia en la casa. Posteriormente sirvió como colegio para la Orden de San José de Cluny. En 1975 pasó a ser propiedad de la Caja de Ahorros de Novelda primero, para integrarse después en la obra social de la CAM que la destina a eventos culturales.



En la fachada podemos ver figuras femeninas y elementos zoomorfos, ambos motivos muy frecuentes en la decoración modernista. Aunque el gran valor de la casa está en su rico interior, con una hermosa galería acristalada con la estructura de nogal, el lucernario que baña con luz todo el vestíbulo y una escalera elíptica para acceder a las plantas superiores. También podemos contemplar una exposición permanente dedicada al marino y científico Jorge Juan.
En las afueras de la ciudad encontramos el santuario de Santa María Magdalena, una obra de inspiración modernista e ínfulas gaudinianas.
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