La provincia de Phang Nga, en el sur de Tailandia, está rodeada en buena parte por el mar de Andamán. Su paisaje más conocido es el que forman los enormes pináculos de piedra caliza que salen del mar, una maraña de gigantes entre la que es posible navegar para llegar hasta pueblos que viven flotando en el mar o escenarios de película. Estos son algunos de los lugares más destacados de la provincia.
Parque Nacional Ao Phang Nga
El Parque Nacional Ao Phang Nga, en el mar de Andamán, cuenta con la mayor superficie de bosque primario de manglares en Tailandia, marismas intermareales, arrecifes de coral, pequeños islotes tropicales y formaciones de piedra caliza que emergen del mar. Los manglares constituyen la mejor barrera natural contra las grandes olas y reducen su poder de erosión reteniendo una gran cantidad de sedimentos que arrastran los ríos en su camino hacia el mar. El área de manglar ofrece numerosas posibilidades de avistamiento de especies de aves y el hecho de que el 80% del parque sea marino hace que sea un excelente lugar para la práctica del buceo.

Bahía de Phang Nga
Una de las partes más destacadas del parque nacional es la bahía de Phang Nga, que protege amplias extensiones de manglar, islotes —está salpicada por más de cincuenta islas cubiertas de exuberante vegetación— y formaciones de piedra caliza. La naturaleza caliza del terreno favorece la formación de cuevas que pueden explorarse desde las playas. Los enormes pináculos de piedra caliza configuran un paisaje impresionante y la tranquilidad de sus aguas hace posible la práctica de deportes acuáticos como el paddle surf.

Ko Panyee
En medio del laberinto de canales de la bahía de Phang Nga se encuentra la aldea flotante de Koh Panyee, levantada hace unos 200 años por pescadores nómadas provenientes de Indonesia que se dedican principalmente a la pesca. Es posible llegar hasta esta localidad en una de las clásicas y coloridas embarcaciones de tipo longtail. Caminado por las pasarelas flotantes es posible ver el día a día de esta comunidad musulmana y llegar hasta el colegio, el exterior de la mezquita o un curioso campo de fútbol que está rodeado de agua: cada vez que la pelota traspasa los límites de la cancha, los chavales tienen que ir nadando a buscarla.


Ko Tapu
Conocida por la película de James Bond de 1974, El hombre de la pistola de oro, la isla de Khao Phing Kan es uno de los lugares más visitados de esta parte de Tailandia. La isla tiene escarpados acantilados de piedra caliza con impresionantes cuevas. La formación más conocida, una roca de veinte metros de altura ubicada casi en mitad de la cala de entrada a la isla, es Ko Tapu. Debido a las aguas tranquilas de la bahía, la isla también puede visitarse en kayak, la mejor manera de acercarse al máximo a este paisaje de formaciones cársticas. Su fotografía con las aguas de color verde esmeralda, vegetación exuberante y acantilados de piedra caliza es una de las más deseadas de Tailandia.

Takua Pa
La arquitectura sino-portuguesa es una mezcla de las influencias china y europea que provienen de la época en que los colonos portugueses llegaron al sur de Tailandia, en el primer cuarto del siglo XVI, para explotar las minas de estaño. Son edificios bajos, de una o dos plantas, con decoración de azulejos, ventanas perforadas, y pintados con llamativos colores. En las calles de Takua Pa podemos ver una amplia muestra de edificios de esta singular arquitectura que nos conecta con este pasado histórico.

Kopi Kuapa
Las casas de Takua Pa están siguiendo un proceso de rehabilitación similar al que dio al casco histórico de Phuket su actual esplendor. Algunas de esas edificaciones se están transformando en pequeños negocios o cafés con mucho encanto. Es el caso del café Kopi Kapua, regentado por Krisada Tansakul. Todos los productos que sirve son ecológicos y de proximidad: los dulces se los elabora su vecina, la señora Kuhn Nong, y el café de especialidad se cultiva en un área cercana.
Santuario de elefantes
Los vínculos entre los elefantes y la cultura tailandesa son muy profundos y han evolucionado durante miles de años. Vivir una experiencia con los elefantes puede ser una parte muy emotiva durante el viaje por Tailandia. Las condiciones de los elefantes y de las personas que los cuidan dependen del apoyo de los viajeros responsables a la hora de escoger experiencias en que el bienestar de los paquidermos y el de los cuidadores sea prioritario. Uno de los centros que cumple con todos los requisitos y está avalado por la Autoridad de Turismo de Tailandia es Phang Nga Elephant Park. Los visitantes son bienvenidos a participar en interacciones éticas con los elefantes, como aprender sobre su historia y comportamiento a través de charlas sobre su cuidado. Podrás tener la oportunidad de pasar tiempo con los elefantes, conocer el trabajo de los mahouts, darles de comer plátanos y participar en el baño para conocer realmente a estos majestuosos animales. Debido a los peligros que supone devolver a los animales domesticados a su hábitat natural, los elefantes pasaron a formar parte del turismo de una manera humana y ética, manteniendo a los animales activos y cuidados. Muchos de los santuarios de elefantes son refugios seguros y protegidos para los paquidermos, que ofrecen una interacción humano-animal muy emocionante para los visitantes.

Wat Bang Riang
Este templo, cuyo nombre real es Wat Rat Uppatham, está situado en la colina de Khao Lan, en Tambon Bang Riang. Este templo contiene varias estructuras, entre ellas una elaborada pagoda en forma de campana llamada Chedi Phutthathambanlue. Si el interior de este templo es tan hermoso como tranquilo, no lo es menos el exterior. En la salida del templo hay un gran mirador con vistas al impresionante paisaje de Phang-Nga y dos enormes estatuas: una de la diosa china Guan Yin y otra de un Buda sedente, lugar este último de retiro para los monjes budistas que viven en el templo.



Rafting en balsa de bambú
Pensadas para la aventura, estas balsas están hechas con troncos de bambú atados. Uno de los mejores lugares para navegar en estas peculiares embarcaciones es en el canal Lam Ru Yai, en la zona del Parque Nacional de Khao Lak-Lam Ru. El recorrido en estas balsas cubre una distancia de unos tres kilómetros y dura unos cuarenta minutos. El río serpentea a través de la selva, el clima es fresco y el agua es tan cristalina que se puede ver el lecho del canal durante la mayor parte del trayecto. Además, las aguas son poco profundas y lo bastante tranquilas como para poder darse un baño o remar con seguridad durante todo el año. La mejor manera de practicar este tipo de navegación sostenible es con un guía local que te muestre los alrededores mientras remas por el río y se preocupan por mantener el entorno en buen estado.

Lujo asequible
Tailandia suele liderar la lista de los lugares de vacaciones con mejor relación calidad-precio. El país cuenta con opciones de lujo mucho más baratas que en la mayor parte del mundo, siempre sin comprometer la calidad general del servicio. Es posible alojarse en hoteles de verdadero lujo por un presupuesto mucho más bajo de lo que costaría en otros destinos vacacionales. La provincia de Phang-Nga no es una excepción. Dos opciones de alojamiento muy buenas son el hotel Aleenta Phuket, con algunas de sus habitaciones con piscina privada frente a una playa paradisíaca, y el Khaolak Merlin, un eco resort ubicado junto a la playa y rodeado por un entorno natural de gran belleza.
ALEENTA PHUKET



KHAOLAK MERLIN



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