Que Bangkok es una ciudad caótica todo el mundo lo sabe. Para muestra el tráfico que hay en sus calles a todas horas. Si a todo ello le añades más gente, más sudor y más olores (no necesariamente buenos), probablemente estés en Yaowarat, el nombre por el que es conocido el barrio de Chinatown. Antes de que amanezca ya hay puestos de comida cocinando Kuay Jap Nam Sai, una deliciosa sopa picante que lleva unas virutas hechas con noodles de arroz, trozos de cerdo crujiente y despojos del cerdo como hígado y pulmón. A lo largo del día, el flujo de gente irá en aumento, las casas de empeño de objetos de oro se llenarán de clientes, llegarán los carros que venden durian y mango aderezado con una salsa agridulce hecha con gambas secas, las tiendas con productos falsificados abrirán sus puertas, verás rincones iluminados por una sucia bombilla que echarían a volar la imaginación de directores de cine como Kar-Wai. Pese a todo ello, por todo ello, te sentirás cómodo en el barrio. No hay que tener miedo a perderse, a meter las narices por cualquier callejón para ver a la gente del barrio. Es un lugar completamente seguro, donde es fácil acabar sentado intentando conversar (nadie habla inglés) con una persona que se está lavando en la calle o con un anciano que se acaba de despertar de la siesta sobre el frío cemento de su puesto en el mercado. La mayoría de gente que va de paso no sale de la calle principal, Yaowarat. No saben lo que se pierden. Os dejamos con esta galería de fotos para que os hagáis una idea.