Tarragona tiene un producto gastronómico de lujo al que solo le falta una cosa: que se conozca. Es la gamba roja (Aristeus antennatus), un crustáceo que vive en la zona mesopelágica, por lo que para pescarlo hay que bajar varios centenares de metros con las redes. Hace muchos años que se asocia a Palamós con la gamba y que Quique Dacosta la introdujo en su carta como gamba de Dénia. Es decir, que se preocuparon por crear marca y darle al producto el valor que merece. Así que como nunca es tarde, en Tarragona se han puesto manos a la obra para crear la marca Gamba de Tarragona.
¿Cuál es la diferencia entre la gamba de Palamós, la de Dénia y la de Tarragona? Ninguna. Hablamos del mismo crustáceo, el que se pesca en el Mediterráneo desde Palamós hasta Huelva.
El hecho de crear la marca nos ayuda a identificar el producto y nos muestra dónde, cuándo y quién lo ha pescado. No es una cuestión menor, porque la calidad del producto depende mucho de lo rápido que pase del mar al plato. La gamba roja se oxida con rapidez una vez fuera del agua. De hecho, al pescarla es prácticamente blanca, pero nada más salir a la superficie adquiere el tono rojizo que le da nombre. Según van pasando las horas, la cabeza se torna negruzca porque la gamba tiene, en su sistema circulatorio, un pigmento llamado hemocianina que contiene cobre y que se va oscureciendo cuando entra en contacto con el aire.
Para impulsar el desarrollo de la marca Gamba de Tarragona, se han programado unas jornadas gastronómicas del 13 al 29 de marzo. En ellas van a participar 24 restaurantes, con tres tipos diferentes de menú: uno por 15 euros, que incluye 150 gramos de Gamba de Tarragona hervida o a la plancha y dos copas de vino o cava —la bodega que ofrece los vinos y cavas es Adernats—; un menú por 38 euros con entrante, tres platos elaborados con Gamba de Tarragona, postre y media botella de vino o cava; un menú por 50 euros con entrante, cuatro platos elaborados con Gamba de Tarragona, postre y media botella de vino o cava.
En las jornadas participan restaurantes tan conocidos como Xaloc, El Llagut, Manolo, Lola Tapes o AQ. Cada uno interpretará la gamba a su manera, pero con un denominador común: la gamba cuanto menos se toque, mejor. Es un crustáceo de sabor muy intenso, al que no se le añaden aditivos, muy sano, que puede consumirse incluso crudo y al que no le sientan bien las cocciones demasiado prolongadas.
En el vídeo podéis ver el proceso que sigue la Gamba de Tarragona para llegar desde el mar a la mesa. Más información en la página de Turismo de Tarragona y en la de Tarragona Gastronómica.
Qué interesante y qué bien filmado y montado.
Muchas gracias, Jordi. Pese a que el mareo en la barca fue importante, al final pudimos hacer algo 😉