Leyendas y cuentos medievales, una comida junto a la chimenea, danza contemporánea en un teatro clásico, aprender a pintar cerámica, visitar un hogar surrealista, monólogos, diálogos y saetas; conocer los secretos del suquet. Las más de sesenta actividades culturales del festival Som Cultura se unen al centenar de espectáculos teatrales, musicales y de danza del ya consagrado Temporada Alta para asegurar que este otoño, en las comarcas de Girona, nadie tenga tiempo de aburrirse.
Cuando la esposa del genio Salvador Dalí murió, en el año 1982, fue enterrada en la cripta que habían dispuesto para ambos en el castillo Gala-Dalí, situado en el discreto municipio de Púbol. Por expresa voluntad de la pareja, la musa fue embalsamada con una mano tendida que debía unirse a la de su amante esposo llegado el momento de su deceso. Pero resultó que el genio, al final de sus días, decidió reposar eternamente en su localidad natal, Figueres, dejando el sepulcro vacío y a Gala —ataviada con un vestido de Dior rojo para la ocasión— con el brazo extendido esperándole in aeternum en Púbol.
El conjunto de historias sobre Dalí, su figura, su obra y los espacios en los que habitó, forman uno de los ejes sobre los que gira el Som Cultura, un festival imaginativo y apasionante que a lo largo de todo el mes de noviembre dará una vuelta de tuerca las experiencias culturales que ofrece la Costa Brava y el Pirineu de Girona. Sobre la figura del pintor empordarnès hay programadas varias actividades, entre las que se cuentan la visita guiada con taller creativo en el Castillo de Gala-Dalí, recorridos en los que descubriremos las curiosidades de la casa de la pareja en Portlligat o los lugares que frecuentaba Dalí en Cadaqués
La ciudad de Girona es otra de las grandes protagonistas del Som Cultura, con más de diez eventos programados. Entre los más esperados está la actividad Els Museus Surten al Carrer, en la que numerosos museos de la Xarxa de Museus de les Comarques de Girona llevarán a cabo diversos talleres. En Girona también se han previsto varias actividades pensadas para los más golosos, como el taller para aprender a preparar sufganiots —el dulce típico de la fiesta judía de Hanukkà— o un recorrido gastronómico por diversos puntos en la ciudad vinculados al buen comer. Si alguien no conoce los célebres xuixos de crema de Girona este será, sin duda, un buen momento para probarlos. Entre las actividades dedicadas al patrimonoo habrá una visita guiada a la catedral a cargo de un especialista en simbología de lo sagrado o un recorrido para que los niños descubran algunos de los enigmas que esconde el monasterio de Sant Pere de Galligants. Pero hay más.
Fuera de la capital hay programadas unas cincuenta experiencias que se estructuran en base a cuatro grandes ámbitos: familiar, popular, activo y patrimonial. En el primer grupo pensado, para los niños, hay desde talleres de cerámica en La Bisbal hasta animaciones y juegos en museos como el dels Sants, en Olot; el Ecomuseu-Farinera en Castelló d’Empúries o el Museo Municipal de Tossa entre otros. En el ámbito patrimonial, la gran novedad es L’Alfolí de la Sal, en L’Escala, un museo ubicado en un antiguo almacén salinero que acaba de abrir sus puertas hace apenas un mes. En este espacio expositivo dedicado a la sal y a su papel en esta población de tradición salazonera se llevará a cabo un recital de poesía a cargo de un artista local.
Lloret de Mar, Salt, Torroella de Montgrí, Roses, Palamós, Begur, Camprodon, Darnius y otras muchas poblaciones tienen también planes muy originales y creativos para el Som Cultura, que se celebra entre el 4 y el 26 de noviembre.
Por otro lado, el Temporada Alta, que se extiende hasta bien entrado el mes de diciembre, es un festival de artes escénicas que a lo largo de sus veintiséis ediciones se ha consolidado —según la prensa especializada y el propio sector teatral— como uno de los mejores y más completos festivales del Estado español. ¿Su secreto? Además de ser un certamen transversal que engloba diferentes géneros y lenguajes artísticos, el Temporada Alta no solo programa a los grandes nombres de la escena internacional sino que también apuesta por los jóvenes talentos.
En lo que se refiere a teatro veremos dos obras de directores catalanes que se adentran en el universo de Chéhov: la de Àlex Rigola con Vania y la de Cristina Cervià con Els dies que vindran. Más referencias a obras clásicas de la mano de Pau Miró, que meterá al actor Lluís Homar en la piel de Cyrano de Bergerac.
El fin de semana del 25 y 26 de noviembre destacará por tener una elevada concentración de espectáculos de creación contemporánea, como la performance Ethica del siempre sorprendente director italiano Romeo Castellucci, A floresta que anda, una obra inspirada en Shakespeare de la brasileña Christiane Jatahy; o Impulso, una improvisación de la mano de Rocío Molina.
Entre las propuestas musicales hay artistas para todos los gustos y públicos: desde el flamenco de Diego el Cigala o Rosalía y Raül Refree, al jazz de Trombone Shorty o el pop rock catalán de Sopa de Cabra. El Temporada Alta tampoco se olvida de los más pequeños y para niños a partir de dos años hay espectáculos como Alícia al País de les Meravelles, El buit, Loo o la Superbleda.
¿Aún hay alguien con ganas de quedarse en casa?
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