La biblioteca del Trinity College es una de las más bellas y hechizantes del mundo. Cuando estás paseando por la Long Room sueñas con esconderte entre las estanterías para esperar al momento del cierre y ponerte a curiosear entre tanta obra, para viajar gracias a sus antiguos atlas.
Hablamos de una de las bibliotecas más interesantes para investigadores de todo el mundo, gracias a que sus tres millones de volúmenes repartidos en ocho edificios forman la mayor colección de manuscritos y libros impresos de Irlanda. Desde 1801, recibe un ejemplar de cualquier libro publicado en Irlanda o Gran Bretaña.
Fue la reina Isabel I la que autorizó la fundación del Trinity College en el año 1592, pero el edificio más antiguo que ha sobrevivido es la Antigua Biblioteca, construida entre 1712 y 1732. Hay tres zonas abiertas al público. La primera que nos encontramos es la planta baja, antiguamente reservada a los miembros del Consejo. La siguiente es el Pabellón Este o Treasury que exhibe los manuscritos de los evangelios irlandeses que datan de la Edad Media, como el Libro de Armagh, el Libro de Durrow y el famoso Libro de Kells, un manuscrito de más de 1000 años de antigüedad, de la época en que la iglesia irlandesa se organizaba de modo monástico. La ornamentación del Libro de Kells es exquisita y fue creada, casi con toda probabilidad, por los monjes de Iona, que más tarde se trasladaron a Kells y de ahí el nombre.
La última sala que se visita está en la planta superior, es la Long Room o sala principal de la Antigua Biblioteca, con 65 metros de largo y más de 200.000 libros de los más antiguos. Es una delicia pasear entre tanta sabiduría encuadernada, tratando de adivinar qué se esconde entre las páginas de tantos y tantos libros inaccesibles para el turista que pasa un par de horas en la biblioteca.
Resulta muy interesante la serie de bustos que se expone en los laterales de la sala. Iniciada en 1743 con el encargo de catorce bustos al escultor Peter Scheemakers. La colección se completa con obras de John Van Nost, Patrick Cunningham, Simon Vierpyl y Louis Francois Roubiliac, autor del busto de Jonathan Swift, una de las mejores piezas.
En la biblioteca también podemos ver el arpa más antigua que se conserva en Irlanda, que data aproximadamente del siglo XV. Es el arpa que aparece en el anverso de algunas de las monedas irlandesas de dos euros. Otra de las joyas es el documento de la Proclamación de 1916, una de las pocas copias que quedan de la declaración de independencia de la República de Irlanda.
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