Si te gusta la piedra, la historia de las civilizaciones antiguas y lo que quedó de ellas, Angkor supone una suerte de meca. Pero los templos jemeres llegan a ser visitados, en temporada alta, por varias decenas de miles de personas al día. Así que se convertirá en una obsesión el tratar de pasar tiempo a solas en los templos. Y es posible conseguirlo, incluso en los más conocidos. Siguiendo el orden contrario al de los grupos podemos estar casi a solas en Bayon si vamos a partir de las cuatro de la tarde o en Ta Phrom a primera hora de la mañana, entre las 5.30 que abren y las 7.30 cuando empiezan a llegar grupos grandes. En Angkor Wat es totalmente imposible, hay gente, mucha gente, desde el amanecer hasta la media hora de gracia que dan tras el cierre.
Tras haber hecho siete agujeros en mi entrada de siete días, tengo mi propia lista de favoritos al margen de la triada jemer, pequeñas joyas donde las sensaciones son las mismas pero sin tener que compartirlas. De esta lista, hay cuatro para los que es válida la entrada general y dos más para los que es necesario comprar entrada separada, Beng Mealea y Koh Ker.
Preah Khan
En el libro que intentarán venderte cien veces, Ancient Angkor de Michael Freeman y Claude Jacques, clasifican a Preah Khan con la máxima puntuación, entre el grupo de siete templos con tres estrellas. Está situado al noreste de Angkor Thom, muy cerca de Ta Prohm, lugares que acaparan toda la atención de los visitantes. Gracias a que la estela fundacional se encontró muy bien conservada sabemos que, a finales del siglo XII, fue una importante universidad, con más de mil profesores. Referencias a un “lago de sangre” han llevado a pensar que en ese emplazamiento se libró una importante batalla entre los jemeres y los chams. En Preah Khan podemos ver apsaras tan impresionantes como las de Angkor Wat, alguna cara como las de Bayon en las puertas de entrada y a las ceibas comiéndose parte de los templos como en Ta Prohm.
Ta Som
Muy cerca del anterior, este templo pasa totalmente desapercibido al no estar incluido en la clasificación por estrellas de las guías de Angkor. Los expertos dicen que es una versión simplificada de Ta Prohm o de Banteay Kdei. Por la tarde es fácil ver a los hijos de las vendedoras de recuerdos jugando entre las piedras, chutando una pelota, con rudimentarios juguetes hechos con una lata de refresco o dibujando una rayuela en el suelo para dar saltos tras la piedra.
Banteay Srei
Hay que ir a primera hora de la mañana o a última de la tarde, porque pese a estar a casi treinta kilómetros de Angkor Wat, al pie de las montañas Kulen, en las horas centrales sí que llega gente. Además, la luz de esas horas favorece notablemente la contemplación de los grabados en la laterita y la arenisca de tonos rojizos. Se especula con dos traducciones para el nombre, Ciudadela de las Mujeres o Ciudadela de la Belleza. Sus dinteles y fachadas completamente grabadas están entre lo mejor de Angkor. Los guías, haciendo gala de su habitual abuso del superlativo, dicen que Banteay Srei es “La joya del arte jemer”. En este caso, no van del todo desencaminados. Es un templo pequeño, que no fue templo Real, pero las imágenes talladas en la piedra nos tendrán entretenidos largo rato.
Kbal Spean
Es el más atípico de los recintos jemeres. Encontramos grabados y centenares de lingas en el interior del pobre curso de agua del río Kbal Spean, afluente del Siem Reap. En sanscrito recibe el nombre de Sahasralinga, que podemos traducir como “El río de los mil lingas”. El río tiene varios saltos de agua, el más alto una pequeña cascada de algo más de tres metros. Para ver las piedras con los grabados del dios Brahma con sus cuatro caras, el Vishnu reclinado o el cocodrilo, hay que caminar un kilómetro y medio desde la entrada, saltando pequeñas raíces y subiendo piedras. Es un recorrido fácil y está perfectamente señalizado cada cien metros.
Beng Mealea
Para visitar Beng Mealea y Koh Ker es necesario alquilar una motocicleta con conductor, seguramente podrá ser la misma del tuk-tuk que nos está llevando al resto de templos. O, en caso de ser más de uno, un taxi. Beng Mealea está a casi dos horas de Siem Reap y a Koh Ker hay casi otra hora más. La particularidad de este conjunto de templos es que se puede subir por las piedras que otrora formaron magníficas construcciones, como las gopuras. Podemos caminar por los techos de algunas construcciones o a la altura de los dinteles. Ahogados entre piedras veremos garudas y apsaras. Sorprende ver a niños aparecer de la nada, corriendo por los tejados y haciendo equilibrios como sólo la inconsciencia de la temprana edad permite.
La entrada no está incluida en la general de Angkor y cuesta cinco dólares.
Koh Ker
Cuando entras en Koh Ker todo son absolutas ruinas, edificios colapsados sin restos de apsaras y con grabados que tan solo se intuyen gracias a que el musgo que ha crecido encima de la piedra ha respetado las líneas y formas. Esos primeros metros te llevan a pensar que no ha merecido la pena pagar los diez dólares de la entrada. Es más, la intención es la de darse la vuelta. Pero la intuición te dice que sigas adelante. Al pasar los dos barays, uno con agua y flores de loto y el otro comido por la vegetación, aparece la gran pirámide. En Koh Ker podemos visitar dos docenas de construcciones, pero hay muchas más escondidas en la jungla. Mediante una escalera de madera construida en el lateral, podemos llegar hasta la parte más alta de la pirámide. Desde allí, la visión de la jungla y el tipo de construcción te trasladan a los grandes templos de Tikal. La pregunta es inevitable, ¿tuvieron contacto los mayas y los jemeres?
DÓNDE DORMIR
El Anantara Angkor Resort & Spa es uno de los mejores hoteles de Siem Reap. Está alejado del bullicioso centro de la ciudad, pero a corta distancia tanto del aeropuerto como de los principales recintos arqueológicos. El edifico fue construido como regalo para la mujer de un conocido empresario local. Cuenta con 39 habitaciones alrededor de una gran piscina de agua salada. El Spa y la gastronomía son dos de los puntos más destacados del hotel. Más información en la web del hotel.
CÓMO LLEGAR
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