Contaba Josep Pla que el pintor Francesc Gimeno se olvidaba muchos días de comer embriagado por la luz del litoral de la Costa Brava. En la Costa Brava podemos caminar por más de 200 kilómetros de litoral, siguiendo, en buena parte, el itinerario del GR92. Nos encontramos con un paisaje que va desde las pequeñas calas de agua turquesa a los acantilados, desde la típica vegetación mediterránea a las rocas de componente magmático. Hemos recorrido los caminos de ronda del Alt Empordà y del Baix Empordà en busca de esa luz que fascinó al artista.
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