Llegué a Gunung Gading casi de rebote. Después de pasar un par de días en Kuching, la capital de Sarawak —junto a Sabah es uno de los dos estados de la isla de Borneo que pertenecen a Malasia—. Mi intención era visitar el Parque Nacional Bako y poder observar a los monos narigudos o násicos (Nasalis larvatus) alimentándose en los manglares. En la oficina de parques nacionales de Kuching me informaron de que todos los alojamientos disponibles en Bako estaban ocupados durante los siguientes diez días y la amable señora que me atendió me propuso visitar Gunung Gading, otro parque nacional de carácter montañoso donde era factible encontrar la flor más grande del mundo, la Rafflesia.
Como su género indica, la Rafflesia fue descubierta por Sir Stamford Raffles —gobernador inglés, naturalista y botánico descubridor de otras especies de la región—, allá por el año 1818, durante una expedición por los bosques montanos de Sumatra. Como le acompañaba el doctor Joseph Arnold, denominaron a la especie en cuestión Rafflesia arnoldi.
Actualmente el género Rafflesia se compone de unas 17 especies que se distribuyen por el Sudeste Asiático, incluyendo Malasia, Sumatra, Java, el sur de Tailandia, Borneo y el sur de Filipinas. En Sarawak es posible encontrar tres especies y en Gunung Gading una sola, la Rafflesia tuan-mudae.
Un complejo ciclo de vida
Poco se conoce del ciclo de estas flores gigantes y parásitas que no tienen ni raíces, ni hojas, ni tallo, y que aparecen en cualquier época del año. Puede que el mejor período para verlas esté entre noviembre y febrero.
Los cinco pétalos carnosos y llenos de protuberancias duran cinco o seis días y durante esta etapa la flor desprende un desagradable olor, como a carne putrefacta, que atrae a unas moscas encargadas de la polinización. Completada esta fase la flor se descompone y las semillas pueden ser dispersadas por pequeños mamíferos que la aprovechan como alimento. Debido a su complejo ciclo, cada especie de Rafflesia se ha especializado en parasitar una única especie de planta, es de suma importancia asegurar la conservación de su hábitat y de lugares como el Parque Nacional de Gunung Gading en Sarawak.
El personal del parque realiza un exhaustivo seguimiento de los brotes que aparecen y recomienda encarecidamente contactar con ellos o con la oficina de reservas de los parques nacionales en Kuching antes de la visita. De este modo es posible aumentar las probabilidades de observación de las flores.
Leave a Comment