Turista lo serás tú

Turista lo serás tú es el nuevo título publicado por La Editorial Viajera, un manual atípico que viene a decirnos, mediante algo más de 70 consejos o propuestas, que hay que viajar sin complejos. Entrevistamos a sus autores, Itziar Marcotegui y Pablo Strubell, para saber un poco más de estas divertidas propuestas y cuáles han puesto en práctica. Algunos de los capítulos van acompañados de estupendas ilustraciones. Al final de la entrevista, te traemos una sorpresa.

¿Viajamos tan encasillados o con tantos prejuicios que ha sido necesario un libro como Turista lo serás tú?

Sí. Muchas veces viajamos tan cegados por los “visita imprescindible” y “lo que no te puedes perder” que nos limitamos en las visitas y perdemos de vista lugares y detalles que son también los que hacen los lugares únicos. Así que sí, desde luego que hacía falta este libro.

Antes de seguir avanzando con la entrevista y para que los lectores se hagan una correcta imagen de vosotros, ¿quién viaja en tanga y quién se viste de torero?

Los dos hemos viajado en Tanga (una población de Tanzania), aunque confesamos que no nos hemos vestido de torero ni viajado disfrazados o vestidos de un traje tradicional todavía. Pero todo se andará. Algunas propuestas del libro aún no las hemos llevado a cabo.

GPS, Facebook, Twitter, ¿sí o no? ¿Somos capaces de viajar sin tecnología?

La tecnología, sin duda, ayuda mucho en los viajes, pero también nos hace muy dependientes. Por eso, en una propuesta sugerimos atreverse a dejarla en casa y viajar como antes, obligándose a preguntar el camino para, así, relacionarse con la gente que está a tu alrededor y no la que está en casa a cientos de kilómetros. A ésta ya se lo contarás a la vuelta.

Si hacemos el Camino de Santiago al revés, ¿nos van quitando los sellos de la credencial de peregrino?

Te refieres a las consecuencias de llevar a cabo la primera propuesta del libro: hacer recorridos icónicos al revés, en sentido “contrario”. No habíamos pensado en que te quitasen sellos de la credencial, pero sería un pequeño precio a pagar a cambio de ir cruzándote con gente haciendo el recorrido en el sentido “bueno”, que te contará dónde se puede dormir, dónde se come bien o si hay una fuente, porque hacia donde tú vas, es de donde ellos vienen.

Marina d’Or, ¿en serio?

La filosofía del libro es repensar el cómo viajamos, incluyendo el efecto que tiene el turismo en nuestros países. Por eso, una propuesta es visitar los desastres que se han hecho en nombre del turismo. Marina d’Or es un ejemplo que además está cerca del aeropuerto de Castellón, otra barbaridad llevada a cabo en nombre del turismo y el desarrollo.

Si nos ponemos a seguir a los turistas, ¿no corremos el riesgo de ser tomados por carteristas?

Aquí entra en juego la habilidad de cada uno, ¡es todo un reto! Pero qué curioso es conocer cómo ve tu ciudad alguien de fuera, observar qué le llama la atención, dónde prefiere comer… ¿No te parece?

Creo que todos los que amamos viajar hemos jugado de pequeños con el globo terráqueo, haciéndolo girar para detenerlo con el dedo señalando a un punto donde viajaríamos en el futuro, y con derecho a tirar de nuevo si caíamos en el mar, que para eso era nuestro globo, nuestro juego, nuestros sueños y nuestras reglas. Habéis actualizado ese juego a los tiempos actuales, ¿verdad?

Como ya teníamos el globo terráqueo todo manoseado, hemos preferido actualizarnos y hacer propuestas usando el GPS y páginas de internet que ofrecen coordenadas de manera aleatoria, todo para seguir eligiendo destinos de una manera divertida.

Me parece un libro muy interesante para los niños, que tienen la bendita capacidad de asombrarse y descubrir muchas cosas por primera vez. Pero en la propuesta 3 “Arqueología en construcción” ya me los ponéis a mirar obras, actividad que les será más propia al cabo de unas décadas. ¿Qué tenéis que decir a eso? ¿Es un libro también para viajar con niños?

Los niños ven el mundo de otra manera, diferente, sin prejuicios, con ilusión. Recuperar esa mirada en el adulto es otro de los objetivos del libro. Muchas de las propuestas se pueden hacer en viajes con niños, ambos las disfrutarán. Incluso hay propuestas para hacer en tu propia ciudad que ayudarán a los pequeños (y los mayores) de la casa a descubrir la ciudad donde viven. Y eso, por no hablar de las ilustraciones que tiene el libro, que seguro que también les gustan mucho.

¿Qué echáis de menos ya no de la niñez sino de los primeros viajes?

Quizá la inocencia. Cuanto más viajas y más experiencias vas acumulando, menos te sorprenden las cosas porque se parecen a otras que ya has visto. Por eso hemos escrito este libro, para darle un giro nuevo a los viajes e introducir un factor lúdico, de sorpresa, para forzar que ocurra lo inesperado.

Una de las propuestas que más me ha gustado es la de no hablar con tu compañero de viaje durante todo el día. Al acabar la jornada, hay que contar lo que nos ha llamado la atención, las impresiones y sensaciones que hemos tenido de los lugares visitados. ¿Lo habéis puesto en práctica? ¿Dónde? ¿Qué sorpresas os habéis llevado?

Esta propuesta la pusimos en práctica mucho antes de haber pensado siquiera en escribir este libro. Fue hace unos años, en un viaje que nos llevó a recorrer África durante doce meses. Es curioso que aunque dos personas estén a la vez en el mismo lugar, se fijan en cosas diferentes; algunos detalles que están ahí delante pasan desapercibidos para uno pero no para el otro. Y es muy divertido compararlo después, leyendo las notas que vas tomando todo el día (para no olvidarse de los detalles).

Cuando habláis de seguir los pasos de James Bond, dada la situación de nuestra economía, ¿sirve Torrente como animal de compañía?

Esa es una propuesta para seguir los pasos de alguien que viaje mucho, por ejemplo, del cine. Por eso, sirve cualquier persona, incluso Torrente. Hay que tomarse estas propuestas como sugerencias y adaptarlas a las posibilidades y situación de cada uno. Si ahora no puedes ir a Las Vegas, ¿por qué no ir a Torremolinos?

Otra de las propuestas que me gusta, yo mismo la he probado en un viaje por Oviedo con Miguel Nonay, es la de recorrer una ciudad en silla de ruedas. ¿El mundo está hecho para todos?

Queremos creer que cada vez más, que poco a poco vamos siendo más conscientes de las necesidades de los demás. Este tipo de iniciativas ayudan a tomar conciencia de los retos a los que se enfrentan otras personas. Somos unos cachondos, pero las propuestas también tienen un trasfondo social y crítico, no te creas.

¿Las micronaciones, como Teruel, también existen?

Algunos dicen que sí, pero lo mejor es ir a comprobarlo por uno mismo. Visitar lugares donde nadie va sorprenderá a propios y extraños.

¿Cuál va a ser la próxima propuesta que pongáis en práctica?

Seguramente sea “Une los puntos”, que consiste en marcar cuatro o cinco puntos en un papel vegetal y unirlos; después hay que superponer ese papel al mapa de la ciudad donde vas y ¡ya tienes tu ruta para explorar la ciudad!

No puedo acabar esta entrevista sino diciendo que os vayáis a Kagar. Y que, por supuesto, lo contéis en Kamaleon.

Queremos ir de Repente a Kagar, dos ciudades de Alemania, y cuando lo hagamos os lo contaremos con todo lujo de detalles en Kamaleon, por supuesto.

Turista lo serás tú es el nuevo libro de Itziar Marcotegui y Pablo Strubell, de La Editorial Viajera. Si quieres un ejemplar del libro, a escoger en papel (puesto en casa dentro del territorio nacional) o ebook, sigue estos sencillos pasos:
 
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