Hubo un tiempo en que irse de vacaciones significaba perder de vista a tus conciudadanos (ingrediente casi indispensable para los que les gusta sentirse viajeros). Pero aislarse es cada vez mas difícil, qué le vamos a hacer. Afortunadamente ya no viajan sólo los nobles acaudalados. Además, no somos tan singulares como nos gusta creer.
Es decir, para diferenciarse, optar por las antípodas ya no suele ser una buena estrategia. Para los que quieran vivir esa sensación por aquí cerca, en los Alpes del sur del Tirol quedan muchos sitios donde resulta poco habitual cruzarse con un ibérico. Seamos sinceros, lo de hablar alemán nos cuesta incluso más que el inglés, y éste es un territorio italiano que perteneció a Austria hasta el 1918, al finalizar la I Guerra Mundial.
La zona de las Dolomitas es otra cosa, pero en la de Bressanone, por ejemplo, uno se siente casi un explorador, un intrépido aventurero en la exuberancia de la Europa rica, culta, aria, aunque católica y con alguna influencia latina que hay que reconocer que resulta confortable.
Aquí hasta las montañas y valles son civilizados. Frente a unos Pirineos oscos, intrincados, complicados, difíciles de habitar y de atravesar, estos valles son amplios, generosos, luminosos, transitados, poblados… Dios es tirolés, sin duda. Se ven serradoras por todos lados, lecherías, viñas escalando las laderas, manzanos y prados primorosamente segados, como los de las fotos de los calendarios que hace algunos años tenían todas nuestras tiendas de comestibles y bodegas.




En medio de este valle sonriente aparece una de esas ciudades que habitualmente se pasan de largo durante trayectos hacia lugares más reputados: Bolzano. Un paseo por su casco histórico, una tranquila mañana de domingo, permite encontrarse con una cosa que me encanta (en cierto modo me recuerda a Berna). El comercio de ropa y glamour no se ha ido a las afueras, ni siquiera a las grandes avenidas. Continúa bajo los soportales de edificios centenarios alimentando con vida y color a las calles.
Para los fotógrafos, incluso con la mayoría de tiendas cerradas por descanso semanal, el juego de los escaparates suele ser fantástico. En Bolzano no es extraño que mezclen modelos publicitarias muy cools, fashion, trendy o cuanto palabro quieran inventar, con madonas policromadas del siglo XVIII sobre pequeños altares y con esculturas a pie de calle. Muy divertido. Y más si, en lugar de un pesado equipo de fotografía, se sale a pasear con la pequeña y encantadora cámara compacta Canon S100.




Eso no es todo. Además de las vitrinas con pinturas y tallas, dentro de la interesante catedral, desde haces unos años, Bolzano tiene un escaparate muy especial. El museo Arqueológico del sur del Tirol exhibe tras un cristal la momia de Ötzi, el hombre que vino del hielo. Se trata de un cadáver extraordinariamente bien conservado, de más de 5.300 años de antigüedad, que fue encontrado por unos excursionistas en 1991. El glaciar del valle de Senales nos regaló un hombre de la edad del Bronce. Increíble. La visita al museo es muy recomendable, pero más que por la momia en sí, por el fantástico recorrido que muestra todo lo que los expertos han descubierto a partir de Ötzi, de su vestimenta y de sus pertenencias. La ciencia sigue desvelando informaciones de su mundo y de su vida. Gracias al estudio de la secuencia de su ADN, se ha sabido que a este hombre de ojos castaños lo mataron a traición, con una flecha por la espalda y rematándolo con un golpetazo en la cabeza, que estaba jodido del corazón y que tenía caries. Sobre sus hábitos alimenticios han averiguado que tenía intolerancia a la lactosa y se pirraba por la cabra montés. ¿Queréis saber qué comió unas horas antes de morir? Pues tendréis que hacer una visita a Iceman en Bolzano.





¡Fantástico paseo! Y el juego fotográfico con los escaparates es, como mínimo, muy inspirador. Gracias por la personal visión de un lugar que puede ser singular a través de la mirada, que, por cierto, es lo único que nos queda sin globalizar…
Me alegro mucho saber que compartimos esa mirada. Muchas gracias.