A principios del siglo XVI Portugal sentaba plaza en Mazagán. Tras el reparto de cromos ratificado en el Tratado de Tordesillas a los lusos les toca la expansión por el Atlántico y establecen allí un importante puesto comercial. La actual El Jadida fue el epicentro del colonizado litoral que también incluía a ciudades como Mogador (Essaouira), Asilah o Safi. La ciudad de El Jadida se encuentra a noventa kilómetros al sur de Casablanca. De la época de dominación portuguesa quedan notables huellas en su casco antiguo. La más evidente es el perímetro amurallado de la ciudadela. Algunas calles todavía conservan el nombre en portugués -se pueden encontrar la Rua Direita o la Praça do Terreiro- y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción preside la calle donde se encontró, por casualidad, la joya de la corona del legado arquitectónico de la época colonial: la Cisterna Portuguesa.
La sala hipóstila se utilizó como aljibe en tiempos de los portugueses. Fue un comerciante judío en al año 1916, durante las obras de ampliación de su negocio, el que encontró por casualidad la cisterna. En el sobrecogedor interior casi se pueden escuchar las pisadas, los chapoteos de la persecución que tiene lugar en la película Otelo de Orson Welles. El director convirtió la cisterna en hammam durante el rodaje más peculiar de toda su carrera: se alargó durante tres años en los que Welles tuvo que trabajar en otras películas (como El tercer hombre) para obtener financiación, cambió tres veces a la protagonista de Desdémona y rodó el intento de asesinato de Casio en un improvisado baño turco vistiendo a los soldados con toallas alrededor de sus cinturas por falta de presupuesto para el vestuario.
La ciudadela de Mazagán, integrada en El Jadida, tiene su sitio en la lista del Patrimonio de la Humanidad desde el año 2004.
¿Cómo está ahora la medina de El Jadida?. Cuando estuve por ahí hace algunos años estaba en estado de auténtico abandono.
Antonio, no está mal del todo, pero algunas zonas necesitan algo más que una mano de pintura. Me parece una medina muy agradable, con mucha menos gente que en Essaouira y con mejor pescado.