Redes Sociales

Suscripción

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a Kamaleon y recibir notificaciones de nuevos artículos. ¡Gracias!

Categories

  • Alojamientos
  • Arquitectura
  • Arte y cultura
  • Arte y Diseño
  • Cine
  • Ciudades del mundo
  • Expediciones y Aventura
  • Gastronomía
  • Libros y Literatura
  • Lifestyle
  • Medios de transporte
  • Naturaleza y Fauna
  • Postales
  • Religión
  • Sin categorizar
  • Turismo activo
  • Viajes con Historia
  • Viajes con niños
  • Viajes por España
  • Vídeos

Aviso Legal y Copyright

© Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del Copyright, la reproducción total y/o parcial por cualquier medio o procedimiento de los contenidos publicados en esta web.
Menu
  • Home
  • Equipo
  • Vídeos
  • Temas
    • Alojamientos
    • Arquitectura
    • Arte y Diseño
    • Cine
    • Ciudades del mundo
    • Gastronomía
    • Religión
    • Expediciones y Aventura
    • Sin categorizar
    • Libros y Literatura
    • Medios de transporte
    • Naturaleza y Fauna
    • Postales
    • Turismo activo
    • Viajes con Historia
    • Viajes con niños
    • Viajes por España
  • Contacto
Kamaleon Viajes
nos emociona el mundo
Rafa Pérez
on 23 diciembre 2013
Compartir
Suscripción
Viajes con Historia

Curtidores de Fez, una vida en remojo Marruecos

3 comentarios

La vista de las curtidurías de Fez es de las más pintorescas de la ciudad, así como la de los turistas asomándose desde los balcones de la tiendas mientras sostienen un ramillete de menta que no dejan de oler en ningún momento, como si ese puñado de hojas pudiera poner distancia entre el hedor que sale de las tinas y una vida de trabajos mucho más cómodos del que desarrollan esos hombres que se pasan la vida en remojo. La curtiduría Chouwara está en el itinerario de cualquier visita por la medina. Hay otros lugares donde desarrollan el trabajo, pero la más conocida, la más abierta a la mirada cotilla del turista es Chouwara. A los balcones el olor llega diluido, no es para tanto. Desde allí las tinas con los tintes parecen la paleta de un pintor, una paleta un tanto caótica, más vistosa cuando toca teñir los cueros de vivos rojos, verdes o azules.

Marruecos
Marruecos
Marruecos
Marruecos

El momento del año en que la actividad es más frenética es tras la Fiesta del Cordero, cuando cada familia despelleja uno o varios animales de los que aprovechan todo. Por supuesto la piel. Tras desnudar al cordero, le echan por el reverso grandes puñados de sal gorda para absorber el exceso de agua y dejan la piel en el tejado para que el sol haga el resto. Desde allí, en carromatos que van dejando por las calles un reguero con las últimas gotas de sangre, trasladan las pieles al lugar donde las tratarán en su primera fase. Uno de los almacenes más grandes está en Talaa Kebira, una de las dos arterias principales de la medina. Allí, aplican a las pieles, todavía con el pelo del animal, una generosa capa de cal viva diluida en agua. Las pilas alcanzan la altura del hombre que las amontona, poniéndose de puntillas para subir las últimas. Unas de apenas metro sesenta, otras que levanta un gigantón cercanas a los dos metros.

Curtidores de Fez_230

Una vez concluida esa primera parte, las recuas de burros llevan las pieles hasta la curtiduría. Allí se inicia un laborioso proceso. En primer lugar, reciben de nuevo un baño de cal, esta vez mezclado con excrementos de paloma, cenizas y orines de vaca. Luego vendrá el descarne y eliminación de los restos de pelo, el encurtido, el engrasado con materiales como pasta de higo, el tinte y el secado, cuando las pieles extendidas en los tejados forman mosaicos monocromo según el pigmento natural que haya tocado ese día: índigo para el azul, alazor o gualda para el amarillo, cochinilla para el rojo.

Marruecos
Marruecos
Marruecos
Marruecos

Siempre que tengo la oportunidad, bajo a caminar entre las pozas que contienen los tintes naturales. Desde allá abajo, a vista de curtidor, hay mayor sensación de barrera con los balcones de forja que protegen a los turistas y les permiten disfrutar de lo que creen es un espectáculo. Una función que, sin embargo, no baja nunca el telón y se extiende por más horas de las que desearían los trabajadores.

Marruecos

Recuerdo una charla que tuve con Hassan, uno de los chicos que trabajan en la curtiduría, hace un par de años. Me llamó la atención el ímpetu con el que se sumergía en el agua, hasta la cintura, vestido con su camiseta del Barça, como si en realidad estuviera dando saltos en una piscina de agua fresca y no en un mejunje maloliente. Con violentas patadas hundía las pieles en el agua teñida de rojo. Hassan chapurreaba un poco de español porque hasta que llegó la hora de entrar en la tenería ganaba algunos dírhams gracias a los turistas incautos que pillaba en Bab Boujeloud, llevándoles a tiendas que siempre eran de su primo. En un breve descanso, de los pocos que se permite durante la jornada, me cuenta que no sabe exactamente cuándo entró a trabajar allí, que su padre ya ejercía como curtidor y él debía tener once o doce años cuando ya se pasaba parte del día por allí, fijándose en cada detalle de un oficio que sabía sería el suyo en poco tiempo. Las jornadas empiezan muy temprano, cuando a los turistas que se escandalizan por el olor todavía les quedan algunas horas de retozar entre sábanas. Hassan trabaja en verano, con temperaturas que superan holgadamente los 40 grados, cuando la fosa parece una olla de sopa caliente. Trabaja en invierno, cuando el mercurio flirtea en la zona baja, la cercana al cero, y el agua es un gélido suplicio que recorre cada centímetro de la piel, de su piel. Es en invierno cuando se hace más deseable aún la llegada de la hora de comer, el momento en que encienden un pequeño hornillo para calentar un tajine del que comerán seis manos. El calor que desprende ese pequeño fuego es lo más cercano al bienestar que se va a encontrar hasta que regrese a casa, bien entrada la tarde.

MARRUECOS. FEZ. Tenería Chouara.
MARRUECOS. FEZ. Tenería Chouara.
Marruecos
Marruecos
Marruecos
Marruecos

Otra de las veces, escuché a un guía decir que los curtidores eran codiciados solteros porque son hombres fuertes. Supongo que había una buena parte de esas licencias que se permiten los guías buscando el asombro y, sobre todo, la buena propina del grupo. En las pozas no hay metidos hombre mayores, muchos trabajadores empiezan a sufrir de enfermedades como el reuma a muy temprana edad. Además, se necesita la agilidad que el paso del tiempo te niega para caminar como un funámbulo por los resbaladizos bordes de las pozas.

Los trabajadores de mayor edad se meten en pequeños cuartos oscuros situados en los laterales del recinto, por los que apenas entra un haz de luz por un minúsculo ventanuco. Allí acaban de limpiar las pieles, una vez teñidas, de impurezas. Con monótonos movimientos de una cuchilla, enorme, que corta con sólo mirarla.

Marruecos
Marruecos

Las pieles que salían de las curtidurías de Fez estuvieron entre las de mayor calidad del mundo. Actualmente, esa calidad se ha resentido. Su principal uso es convertirlas en bolsos y babuchas que, casualmente, te venderán en las tiendas tras el rápido vistazo desde el balcón.

Curtidores de Fez_050

Tags: África, Marruecos
Artículo anterior
¿Qué pintaría hoy Sorolla?
Siguiente artículo
Un pesebre reivindicativo

Sobre el autor

Rafa Pérez

A quienes me preguntan la razón de mis viajes, les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco (Michel de Montaigne)

Artículos relacionados

por Rafa Pérez
06 octubre

Siguiendo a Ali Bey Marruecos

20 Minutos de lectura
por Rafa Pérez
10 junio

Amanecer sobre el Nilo Blanco Uganda

10 Minutos de lectura
por Rafa Pérez
24 septiembre

Fiesta del Cordero Marruecos

8 Minutos Leer

3 comentarios

  1. JD (@aitor_vca)
    3 enero 2014 de 9:52

    Me ha encantado el relato. Leerlo me ha hecho revivir una gran experiencia. Como veo, has podido disfrutar de la relación a pie de poza, con los curtidores, algo que sin duda enriquece el momento. Muy buenas fotos.

    Responder
    • Rafa Pérez
      3 enero 2014 de 18:26

      Sí, JD, desde abajo se tiene otro punto de vista. De hecho es abajo donde está la historia. La próxima vez bajamos 😉

  2. Pedro Gonzalez Gonzalez
    7 junio 2014 de 13:34

    Realmente, impresionante. Que dura forma de ganarse la vida. No imaginaba lo que eran las curtidurías

    Responder

Deja un comentario

Cancelar la respuesta

Redes Sociales

Aviso Legal y Copyright

© Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del Copyright, la reproducción total y/o parcial por cualquier medio o procedimiento de los contenidos publicados en esta web.

Suscripción

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a Kamaleon y recibir notificaciones de nuevos artículos. ¡Gracias!

Vídeo

© Copyright de los autores indicados en cada artículo. Todos los derechos reservados.